Milagros inesperados hubiera pensado Steven Spielberg al ver el final de un partido que se creía perdido. Tal vez todos guardábamos la esperanza del empate en el último bochazo, pero pensar en la victoria, nadie. Un héroe velezano que siempre está: Rolando David Zárate, el Roly, el de los tantos goles con la camiseta de Velez logró el gol de la victoria que será muy recordado. El conjunto chileno sorprendió, pero el campeón pudo más.
Quienes son estos de Unión Española, preguntó un hincha, un tanto desinformado sobre el equipo chileno. “Pasamos a estos y quien viene?” Siguiendo con el interrogatorio a un compañero mientras ingresaban al Amalfitani.
Menuda confusión tendría ese hincha cuando a los cuarenta y cuatro del segundo tiempo, el Fortín caía en Liniers y esos de camiseta roja le demostraban que “estos” estaban en cancha y jugaban bien.
Fue un partido que por momentos hicieron recordar a un Velez viejo, va de un año atrás, de esos que no queríamos ver: impotentes, que no le encontraban la vuelta al rival, que se enojaban con ellos mismos. Porque entró tal vez como el hincha, sabiendo lo que Gareca les había apuntado, algo confiado, sabiendo que su solides y potencia de equipo por decantación, inclinarían las acciones en su favor.
Claro que cuando la redonda empezó a ir de acá para allá, la cosa cambió.
Ordenado, concentrado y sabiendo muy bien sus pretensiones, el equipo de Unión mostraba que no sería un fácil rival. Sorprendió desde el comienzo por su permanente recuperación de la pelota, su salida rápida y su profundidad en el ataque. La solvencia del juego chileno desarticuló en un principio al Fortín.
Recién a los veinte minutos del primer tiempo, pareció despertar Velez, cuando Otamendi tomó su lanza y se fue de excursión al área de Limenza eludiendo en velocidad tres rivales, aunque terminó perdiendo el balón.
Cuatro minutos más tarde Cubero, un pícaro, inventa una falta, saca rápido por la derecha hacia Moralez que toca entrando al área para Cristaldo quien saca un centro por abajo y Lopez empuja para el 1-0.
Hasta ahí parecía que todo normal. Pero ese tridente Argentino: Esteves, Ramirez y Canales en Unión Española meterían más de lo previsto. Desde un saque de arco de Limenza cabecea Esteves y Ramirez somete a Montoya con tiro cruzado y abajo empatando el partido para alegría de los treinta chilenos en la tribuna visitante.
Se puso lindo el partido, era de ida y vuelta, en juego y cruce de piernas en el medio juego. Así se cerró la primera etapa. Aunque Gareca se fue pensando como entrarle al conjunto chileno que se cerraba muy bien y salía rápido, sabiendo que Velez comenzaba a repetirse en la acciones.
Claramente eso no lo pudo cambiar sino hasta los últimos minutos del partido, porque desde el inicio del segundo tiempo, si bien salió más metido en el juego que al comienzo del encuentro, cayó en la trampa de la reiteración. Fue con el centro, centrito y mal pase. Los de Unión aprovecharon y en una contra perfecta pusieron el 2-1 con Esteves como autor del gol de un maravilloso contraataque.
Gareca metió la carne que le quedaba, todo el fuego que pudo y Caruso en un principio, luego Somoza y el Roly Zárate entraron para jugársela por el empate.
Unión metido en su área, cerrándose aún más porque Velez lo metía allí, intentaba aplicar sus efectivas contras con mucha velocidad pero no tenían buen puerto.
Pasaban los minutos y las caras de los hinchas comenzaban a hacerse largas. “Dale, dale, tirásela allá” exclamaba alguno, con aire de decepción.
De tanto ir el cántaro a la fuente, se rompió. En realidad la rompió Rosende porque el Roly casi rompe el palo, luego de un centro y de media vuelta casi, saca un remate violento, cruzado y en el rebote del pelotazo en el poste, el defensa chileno la mete en contra faltando un minuto y 2-2. Grito de desahogo y cierta tranquilidad por no perder. Pero claramente no era el sueño antes del partido.
Tres de descuento y: “vamos, vamos. Dale Papa….Roly, Rolyyy…Bien Chapa, así así. Llegó el milagro.
Como producto del enésimo centro enviado al área de Unión y cansados de gritar: Basta de centros, uno fue conectado con gracia para Velez. Moralez ejecuta, cabecea Otamendi en primera instancia (segundo cabezazo en el área, dicen que es gol)y El Héroe de la noche fue el Roly Zárate que cabeceó nuevamente y metió el delirio en el Amalfitani.
Triunfazo de esos inolvidables. Pero a tener en cuenta los errores que hubo y fueron varios.
Cubero fue la figura del Fortín y el Roly el de siempre.
3. Vélez Sarsfield: Germán Montoya, Waldo Ponce (m.61, Leandro Caruso), Nicolás Otamendi, Sebastián Domínguez, Emiliano Papa, Fabián Cubero, Franco Razzotti (m.77, Leandro Somoza), Víctor Zapata, Maxi Moralez, Hernán Rodrigo López y Jonathan Cristaldo (m.77, Rolando Zárate). Entrenador: Ricardo Gareca.
2. Unión Española: Cristián Limenza, Sebastián Miranda, Diego Rosende, Miguel Aceval, Rodolfo Madrid, Gonzalo Villagra, David Ramírez, Jorge Ampuero, Fernando Cordero, Raúl Estévez (m.68) Mario Aravena) y Gustavo Canales. Entrenador: Luis Carvallo.
Goles: 1-0, m.24: Hernán López. 1-1, m.33: David Ramírez. 1-2, m.60: Raúl Estévez. 2-2, m.89: Diego Rosende en contra. 3-2, m.91: Rolando Zárate.
Árbitro: Roberto Silvera (URU), que amonestó a Cordero, Ampuero, Domínguez, Villagra, Razzotti y Cristaldo.
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