De lo inexplicable al desastre de allí a la sorpresa. Así es el andar futbolístico de este Velez de Hugo Tocalli.
La lesión de Somoza dejó consternado a todos los velezanos.
Alguien por allí me dijo que: “Velez es como ese actor
Increíble, que te puede hacer reír o te hace llorar”, y tiene razón.
Todo es posible con este Velez. Te puede golear y ser goleado. Puede jugar bien o muy mal.
Mandamos a la dirigencia actual al psicólogo, por su desandar caótico en decisiones. Hoy debemos hacerlo con los jugadores, ya que deben creer más en si mismos y en lo que pueden dar, algunos con techo incluido, porque demuestran de a ratos, largos, que pueden jugar poniendo huevos, realizar una buena tarea de equipo e inclusive ganar.
Lástima que a veces el agua no le llega al tanque. Anda sucio, desprolijo y muerto de sed dos por tres.
La lesión de Somoza dejó consternado a todos los velezanos.
Alguien por allí me dijo que: “Velez es como ese actor
Increíble, que te puede hacer reír o te hace llorar”, y tiene razón.
Todo es posible con este Velez. Te puede golear y ser goleado. Puede jugar bien o muy mal.
Mandamos a la dirigencia actual al psicólogo, por su desandar caótico en decisiones. Hoy debemos hacerlo con los jugadores, ya que deben creer más en si mismos y en lo que pueden dar, algunos con techo incluido, porque demuestran de a ratos, largos, que pueden jugar poniendo huevos, realizar una buena tarea de equipo e inclusive ganar.
Lástima que a veces el agua no le llega al tanque. Anda sucio, desprolijo y muerto de sed dos por tres.
En la noche del martes fue más que su rival. Una primera parte donde el libreto de ambos equipos lo desarrollaron como habían pensado sus técnicos.
Velez buscó con Papa y Cabrera bien abiertos por las bandas, con Cristaldo y Martinez deambulado el frente de ataque, Zapata oficiando de pívot receptivo y Díaz aprovechando la subida para descompensar el sector izquierdo tucumano.
El fondo se las arregló bien con un “ciruja” que de visitante no pisa mucho el área contraria, solo Herrera tuvo una oportunidad que malogró y pudo ser la apertura del marcador.
Velez con mucho despliegue físico, demasiada aceleración (con esa vehemencia se fue Somoza), gastando parecía, sus cartucho en el primer tiempo.
Los de Roldan, eran ordenados, atentos al traslado del balón y de las maniobras de su rival, pero temeroso.
Sobre el final Cabrera por doblete también pudo marcar, Gutierrez y el travesaño se lo impidieron. En el segundo tiempo no parecía que algo fuese a cambiar.
Velez seguiría yendo por el triunfo y a los tucumanos el empate les caía bien.
Aclaración: durante el primer tiempo se efectuaron diez centros hacia un nueve alto, cabeceador y fantasma que no estaba en cancha. Solo Zapata conecto un cabezazo que salió desviado.
Esa premisa de enviar centros Tocalli no la quitó de la propuesta, entonces Martínez en dos corridas por su banda asistió primero a Papa y luego a Cristaldo con diferencia de dos minutos, para que cabecearan los bajitos y el Fortín se pusiera en ventaja con dos goles arriba.
Tocalli nos tapó la boca o simplemente salió?
Vaya a saber uno.
A partir de allí los tucumanos se adelantaron unos metros, intento vanamente llegar a Barovero, que respondió bien ubicado cuando se lo expuso; Vélez aprovechó y de contra pudo aumentar cifras pero malogró oportunidades.
Por momentos cayó el nivel de juego y los minutos pasaron sin dejar mucho más hasta el final.
De ese inexplicable, desastroso y por momentos apático conjunto velezano, contra San Martín vimos la otra versión, esa que, cuando propone entrega, juego colectivo y un toque de aire inteligente puede desnivelar el marcador.
Aunque el piné de este equipo esta claro, no puede pelear el torneo.
Por Aldo Ordoñez
Velez buscó con Papa y Cabrera bien abiertos por las bandas, con Cristaldo y Martinez deambulado el frente de ataque, Zapata oficiando de pívot receptivo y Díaz aprovechando la subida para descompensar el sector izquierdo tucumano.
El fondo se las arregló bien con un “ciruja” que de visitante no pisa mucho el área contraria, solo Herrera tuvo una oportunidad que malogró y pudo ser la apertura del marcador.
Velez con mucho despliegue físico, demasiada aceleración (con esa vehemencia se fue Somoza), gastando parecía, sus cartucho en el primer tiempo.
Los de Roldan, eran ordenados, atentos al traslado del balón y de las maniobras de su rival, pero temeroso.
Sobre el final Cabrera por doblete también pudo marcar, Gutierrez y el travesaño se lo impidieron. En el segundo tiempo no parecía que algo fuese a cambiar.
Velez seguiría yendo por el triunfo y a los tucumanos el empate les caía bien.
Aclaración: durante el primer tiempo se efectuaron diez centros hacia un nueve alto, cabeceador y fantasma que no estaba en cancha. Solo Zapata conecto un cabezazo que salió desviado.
Esa premisa de enviar centros Tocalli no la quitó de la propuesta, entonces Martínez en dos corridas por su banda asistió primero a Papa y luego a Cristaldo con diferencia de dos minutos, para que cabecearan los bajitos y el Fortín se pusiera en ventaja con dos goles arriba.
Tocalli nos tapó la boca o simplemente salió?
Vaya a saber uno.
A partir de allí los tucumanos se adelantaron unos metros, intento vanamente llegar a Barovero, que respondió bien ubicado cuando se lo expuso; Vélez aprovechó y de contra pudo aumentar cifras pero malogró oportunidades.
Por momentos cayó el nivel de juego y los minutos pasaron sin dejar mucho más hasta el final.
De ese inexplicable, desastroso y por momentos apático conjunto velezano, contra San Martín vimos la otra versión, esa que, cuando propone entrega, juego colectivo y un toque de aire inteligente puede desnivelar el marcador.
Aunque el piné de este equipo esta claro, no puede pelear el torneo.
Por Aldo Ordoñez
SINTESIS:
Vélez: Marcelo Barovero; Mariano Uglessich, Fernando Tobio, Marco Torsiglieri; Gastón Díaz, Leandro Somoza, Víctor Zapata, Emiliano Papa; Nicolás Cabrera, Juan Manuel Martínez y Jonathan Cristaldo. Director técnico: Hugo Tocalli.
Vélez: Marcelo Barovero; Mariano Uglessich, Fernando Tobio, Marco Torsiglieri; Gastón Díaz, Leandro Somoza, Víctor Zapata, Emiliano Papa; Nicolás Cabrera, Juan Manuel Martínez y Jonathan Cristaldo. Director técnico: Hugo Tocalli.
San Martín: Marcos Gutiérrez; Germán Noce, Juan Monge, Matías Villavicencio; Marcelo Quinteros, Facundo Pérez Castro, Pablo Cantero, Ramiro Leone; Nicolás Herrera; Gustavo Ibáñez y Daniel Vega. Director técnico: Carlos Roldán.
Cambios en el primer tiempo: a los 6, Leandro Coronel (V) por Somoza. Cambios en el segundo tiempo: a los 12, Antonio Ibáñez (SM) por Pérez Castro; a los 20, Iván Bella (V) por Cabrera; a los 25, Roberto Nanni (V) por Martínez; a los 29, Waldo Brandán (SM) por Vega; y a los 36, Enzo Bruno (SM) por Herrera.
Goles en el segundo tiempo: a los 6, Papa (V); y a los 7, Cristaldo (V). Arbitro: Rafael Furchi. Cancha: Vélez Sarsfield, impecable como siempre
Llegadas: Primer Tiempo: 4 Segundo Tiempo: 6 Totales: 10
Llegadas Netas de gol: PT: 3 ST: 3 T: 6
Corners: PT: 4 ST: 3 T: 7
Remates de ½ distancia: PT: 7 ST: 3 T: 10
Faltas cometidas: PT: 7 ST: 7 T: 14
Faltas que le cometieron: PT: 10 ST: 7 T: 17
Centros: PT: 10 ST: 5 T: 17
Off-sides: PT: 2 ST: 1 T: 3
Llegadas netas del rival: PT: 1 ST: 2 T: 3
La Lesión de Somoza
"Me rompió, me rompió". Los lamentos y las lágrimas en los ojos de Leandro Somoza no eran sólo suyos. Eran de todo Vélez. De Tocalli, porque sabía que perdía una pieza principal del engranaje de su equipo. De la gente, porque es uno de los ídolos y figuras emblemáticas en el plantel. De sus compañeros, porque encontraban en él no sólo al capitán, sino al hombre que, junto a Cubero, es referente ineludible y guía en el vestuario.Iban un minuto y chirolas cuando el capitán fue a disputar una pelota con Ramiro Leone, quien no fue vehementemente a la jugada, no mostró intención de lastimar, pero por la velocidad con la que venían no pudo sacar la plancha que impactó en la pierna de Somoza. Y ahí nomás, con el volante en el piso y agarrándose la cabeza, todos tomaron conciencia de la gravedad de la lesión: fractura de la tibia derecha con desplazamiento, con un período de recuperación cercano a los seis meses. El volante fue sacado en camilla y llevado directamente al sanatorio San Juan de Dios, en Ramos Mejía. Con él fueron su esposa Cintia, el doctor Ricardo Coppolecchia y Raúl Gámez. Ahí se confirmó la fractura y que no hubo lesión en el tobillo. Mañana será operado y comenzará la recuperación.El "me rompió" fue demasiado elocuente. Le duele a todo Vélez...
MAXI CAMPOBASSI - MILTON DEL MORAL Gentileza Ole
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