domingo, 13 de junio de 2010

Ética y periodismo

Días pasados, el 7 de junio, los que elegimos por vocación esta la profesión del periodismo, más que un día de saludos y alguna charla con amigos, elegimos buscar en la reflexión el sitio para conmemorar los doscientos años de la Gaceta de Buenos Ayres (día en que se fundó el periódico) . Porque en el periodismo desde el más chiquito hasta el más grande y consagrado personaje se enfrenta por estos años más que nunca a ejercer este quehacer con lo que falta y mucho que es: Ética.

Tener ética, significa tener moral; y la verdad que hoy tener franqueza de expresión es bastante difícil de encontrar o se ha dejado de lado.
Tal vez a comienzo del siglo pasado o desde la Gaceta de Mariano Moreno, la difusión de ideas era mucho más clara, los posicionamientos políticos y hasta los filosóficos se transmitían con mayor diferencia. La información no era confundida por el lector, ni se intentaba hacerlo por razones de ética.
Si se abría juicio por un asunto se ponía el ojo crítico desde donde se lo hacía, diferenciándose de forma notoria con los otros pensamientos de época.
Pasados los años y sobre todo el cierre nefasto del siglo XX, se ha perdido aquella la forma de expresión, no hay claridad ni siquiera en el relato de los hechos. Convengamos que desde siempre existió la prensa empresaria, es decir, el diario como negocio, sin embargo hubo reglas de juego claras. Pero esas normas no escritas comenzaron a desaparecer en mayor porcentaje. Siempre hay quienes ejercen con altura el empresariado y emanan periodismo serio aunque sea desde un lugar definido en ideas.
Esa falta de respeto dio comienzo a una carrera por el enriquecimiento, la influencia y el prestigio empresario y personalista para un posicionamiento de embargadura ante la sociedad.


El periodismo no solo es transmitir información pura, sino que carga con un bagaje de influencias a veces de formación, a veces por decisiones propias y otras por cuestiones que hacen a la empresa para la cual se trabaja. Hay periodistas que por el miedo a su situación personal-laboral, los hace no solo estancar, sino que terminan siendo serviles a un modelo periodístico mal intencionado y que ya no informa, más bien trafica, cual droga, una info-opinión para que el lector, oyente y televidente crea, logre hacerlo comulgar y ser retransmisor de intereses que seguramente lo dejan afuera sin darse cuenta.
Los medios y lo podemos apreciar fácilmente en la Argentina, cuando llegan a ser masivos, se transforman en emisores de los intereses del estáblishment (Bancos, grandes empresas y monopolios del rubro que fuera). Estos medios presentan como verdad lo que no es. Se transforman en ese canal oficial que buscará convencer con un mensaje intencionado, cargado de prejuicios y siempre a favor de sus apetencias.
Sucede hasta en un medio partidario, cuando no es la empresa, siendo la Comisión de un club la que influencia las noticias bajando línea. Nosotros conocemos bastante de ello en Velez.


Veamos también muchas veces los Slogans que se utilizan para confundir y que al aparecer en determinados canales, metidos a presión, que bombardean en una constante con ese artilugio, luego son levantadas sus “noticias” por intereses en común explotando en el interior del país. Sin ir más lejos pensemos en como se manifestaron los intereses contrarios a la ley de medios, utilizando el slogan de “ley mordaza” cuando el cometido de la ley no es nada más, ni nada menos que ampliar el espectro de medios, crear mayor libertad de expresión.
Los militares tuvieron los medios de su lado y llevaron a cabo su cometido engañando toda situación, solo basta recordar el “vamos ganando” de Malvinas, cual partido de futbol o el funesto los “argentinos somos derechos y humanos” cuando violaron todo, torturando y asesinando por el solo hecho de ir solo de pensamiento contra sus intereses.


Los que amamos esta profesión no callamos nunca, porque sabemos que la peor opinión es el silencio.
La ética periodística tiene que volver y será solamente de la mano de una ley de medios que permita la expresión de todos.
Rodolfo Walsh decía que el periodismo es dar testimonio en los tiempos difíciles y que colgarse de la propaganda abrumadora de los medios que deforman la realidad no es bueno para la sociedad. Ese y otros legados son nuestras banderas.
Un aniversario más del periodismo que para quienes tenemos algo que decir no tengamos que pedir permiso y llevar bien alto el nombre de muchos de nuestros predecesores que la jugaron hasta perdiendo su vida por un futuro mejor ofreciendo su excelsa pluma.
También sabemos de cuanto chanta se vende cual judas por unas monedas, o por estar en la foto. En Velez lo vemos, los conocemos. Esos tipos que están siempre, que venden un producto donde Dios y el diablo le dictan.


Abajo la era de la concentración mediática. Por el acceso a la información genuina. Por abrir bien las orejas escuchando atentamente para saber quien nos vende basura quien está escribiendo o está detrás de un micrófono para defender nuestros intereses e informarnos sin esconder lo que pasa.

Aldo Ordoñez.

1 comentario: