Ojalá que esto cambie

Y a ustedes que les pasa? Me preguntó un hincha de Huracán la semana pasada a la salida del Tomas Ducó.

Lo primero que se me ocurrió fue responderle como cualquier hincha: “Somos un desastre!”
El amigo, adversario circunstancial d colores futboleros, se quedó entre asombrado y una mueca de bueno, también la pregunta que le hago después que le hicimos tres goles que pudieron ser más.

La conversación siguió.
Y el quemero me dijo: “no se quejen, ustedes tocaron el cielo con las manos”

Justamente por eso, le respondí.
No se puede llegar tan alto, caerse y ni siquiera después poder despegar.
Este desastre que viste en la cancha y lo que venimos viendo nosotros en los últimos años se debe al factor humano.
Es esa extraña conducta del hacer sin saber, sin entender, menos aún comprender y lo que es peor, proponer y llevarlo a cabo.
Es decir, crear no sabiendo. Gastando dinero sin resultados.
Porque más que me digan lo que me digan, eso es inventar, experimentar, ensayar y después así son los resultados.
Esa conducta en la dirigencia se llama soberbia, y en ello se esconde la incapacidad.
Che, no crees que exageras? Me tiro.
Que tendríamos que decir nosotros que últimamente no duramos 5 años seguidos en primera.

Ves –le dije- es lo mismo, pero con la diferencia que no llegaron al éxtasis de la gloria.
Fijate que nosotros le enrostramos al clásico de barrio ustedes, el haber ido a Japón. Y comienzan a pasar los años y quedamos muy lejos de arrimar a tener la mínima perspectiva de volver, porque en cada torneo quedamos fuera de la pelea del campeonato y menos de la chance de entrar en alguna copa.
Entramos al tercer año consecutivo sin expectativas.

Me cortó de una, para decirme: “si tenes razón, pero el haber logrado todo no los conforma. Va, es tan distinto en lo nuestro”

Es que es una cuestión de mantenerse, le salí al cruce.
Y los últimos 10 años no ha sido esa la manera de pensar de la dirigencia.
Porque se vendió mucho y bastante bien, incluidas las joyas de la abuela, el chiquito de los Zarate.

Y la gente que dice, me preguntó.

Mira en Velez la gente es bastante cómoda. Putea cuando el equipo anda mal y cuando llega el momento de cambiar a los que toman decisiones no aparece.
Ojo te hablo del hincha de fútbol.
Seguro que hay muchos hinchas no socios, que por ahí llaman a la radio enojados por el equipo o el técnico y obviamente luego no deciden en las urnas.
Entonces durante 10 años, te decía, volvieron al Velez de entre casa, con mejoras de instalaciones y comodidades que hacen del club una especie de club privado, para pocos.
Te digo más, ya a ese instante me miraba incrédulo, hacen un parquecito más y se parecerá a un country.
Ni te cuento que hay sectores que tienen dueños, vos me entendes.

En serio, me decía apoyándose en la pared, como para seguir hablando dos horas más.
En la quemita nada que ver, esta linda, le falta poner guita claro, pero los pibes juegan a la pelota, se hace un asadito, se truquea. Bue, andan los de la barra, pero no joden a nadie, hacen la de ellos sin bardo.

No en Liniers la cosa cambió, antes era un club de muchos, hoy de pocos.
Y encima en fútbol tenemos que soportar estas épocas malas de pibes que no respetan la camiseta, cero en profesionalismo, los técnicos que vienen prometen junto a los dirigentes y no pasa nada. Te decía un desastre. Mejor que se saquen de encima un par de jugadores que no rindieron, porque a algunos ya los putean y otros van en ese camino
Y no sabemos, dependen lo que hagan si esto no va a empeorar...

Y bue es así, me decía el hincha del globo, con una remera de un sponsor de tres años atrás.

Lo saludé, se quedo hablando con un amigo del tercer gol de huracán y como el pibe hizo pasar de largo al marcador cagándose de risa.
Me fui pensando, si podía razonar algo, porque la calentura era tal, que ni ganas de imaginarme lo que viene tenía, ni el técnico, ni las mentiras de los refuerzos de jerarquia... Nada.

Solo me fui deseando que esto alguna vez cambie.
Y como decía Leon Gieco, después de esa vergüenza que como hincha lastima, no quería pensar en nada...